Este verano, 2009, he leído un libro que aborda la historia de España desde un ángulo que me ha resultado novedoso.
El libro es “Los desheredados. España y la huella del exilio” de Henry Kamen, publicado por Aguilar.
Kamen es presentado, en las solapas del libro, como un hispanista que ha dado clase en universidades de los Estados Unidos y del Reino Unido.
El autor narra una historia de España partiendo del intento de lograr una uniformidad cultural, religiosa y social que ha conducido siempre a la expulsión del “diferente”.
Comienza el estudio en 1492, año de la expulsión de los judíos; después, conocerán el exilio los moriscos, los afrancesados que siguieron al ejército de Napoleón en su retirada; los liberales, los carlistas, el exilio después de la derrota de la Segunda República Española...
El autor describe la pérdida de talento que supuso cada expulsión. El libro es interesante y se lee bien; lo malo es que esta visión de nuestra historia, exenta de la gloria de los vencedores, engendra tristeza.
El libro es “Los desheredados. España y la huella del exilio” de Henry Kamen, publicado por Aguilar.
Kamen es presentado, en las solapas del libro, como un hispanista que ha dado clase en universidades de los Estados Unidos y del Reino Unido.
El autor narra una historia de España partiendo del intento de lograr una uniformidad cultural, religiosa y social que ha conducido siempre a la expulsión del “diferente”.
Comienza el estudio en 1492, año de la expulsión de los judíos; después, conocerán el exilio los moriscos, los afrancesados que siguieron al ejército de Napoleón en su retirada; los liberales, los carlistas, el exilio después de la derrota de la Segunda República Española...
El autor describe la pérdida de talento que supuso cada expulsión. El libro es interesante y se lee bien; lo malo es que esta visión de nuestra historia, exenta de la gloria de los vencedores, engendra tristeza.
A veces, para comprender a España, hay que alejarse de ella.