Andaba un tanto perdido por Nantes y uno de estos
¡Pingüinos! me preguntó qué buscaba; talentoso el gabacho: yo llevaba un
plano en la mano; después de extrañarse de lo alejado que estaba de
mi destino, se ofreció a llevarme al lugar pretendido; la verdad es que
atravesamos casi toda ciudad: había errado los puntos cardinales; en mi descargo: el día amaneció nublado.
Hoy al leer esta noticia en el Heraldo de Aragón:
Deseo de corazón que su viaje se realice sin contratiempo. Gracias. (Iba al Museo de Julio Verne)
Hoy al leer esta noticia en el Heraldo de Aragón:
Valladolid, sede de la concentración internacional Pingûinos por quinto año consecutivo
he recordado con mucho agrado el gesto de aquel nantés.Deseo de corazón que su viaje se realice sin contratiempo. Gracias. (Iba al Museo de Julio Verne)
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