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martes, 19 de mayo de 2015

Cuatro cordobeses para la Historia.

 Hablando con mi  hijo, vive  en COLCHESTER; ciudad a la que ahora me puedo trasladar con mas frecuencia para poder visitarlo y jugar con mi nieta,  dijo una frase que me hizo reflexionar: “la peor pérdida originada por la Guerra Civil fue la pérdida intelectual y cultural”; la había leído en el libro que Antony Beevor dedica a este terrible y evitable episodio, no cerrado todavía, de nuestra historia. Esta pérdida será muy difícil de superar: no basta con construir escuelas y universidades, hay que educar a una población que quedó fuera de la cultura y de sus responsabilidades durante cinco decenios, para conseguir un país culto en todos los estratos sociales, hace falta un impulso que debe surgir desde las clases gobernantes / dominantes.

Nosotros tenemos que recuperar la responsabilidad de construir una sociedad más equitable; la “sociedad civil” no existe: nos hicieron creer: “no os preocupéis, nosotros lo resolveremos”; esto ha creado un pueblo sumiso, incapaz de reaccionar y de enunciar el tipo de sociedad en la que quiere vivir.

      Esto viene al  hilo porque, ayer, fui a “mi” biblioteca municipal (Biblioteca PONIENTE SUR) y me encontré con este interesante libro que recupera  un poco de la memoria de esa “inteligencia” arrasada por la Dictadura.

 La democracia ha ido, calladamente, restituyendo su imagen.

  A Eloy Vaquero CantilloMontalbán le ha dedicado  su  IES.

La memoria de Rafael Castejón y Martínez de Arizala,  preside los jardines del actual Rectorado.

  Antonio Jaén Morente   tiene  una calle donde, paradojas de la  vida, arranca el “carril bici”  hacia  LA UCO:  CAMPUS DE RABANALES

 Además de en sus aportaciones urbanísticas, Francisco  Azorín Izquierdo tiene una calle en la zona de Arroyo del Moro.

Los nombres de estas calles y monumentos cobran ahora otro sentido y voy conociendo mejor la ciudad.

 Aunque no figure en el libro, quiero mencionar  al médico, primero Maestro,  D. Manuel Ruiz Maya; en la zona de Vistalegre, hay una calle que lleva su nombre.

Enrique Moreno Rodríguez (1900-1936), otro asesinado incomprensible.
En la barriada del Higuerón tiene una pequeña calle

La Maestra, Ladrón de Guevara.

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