Algunas veces los parajes y edificaciones se identificaban para el andador con el símbolo de la pata de la oca que era considerada sagrada por los maestros constructores y cuyo dibujo es semejante a un tridente, eran señales donde se marcaban los lugares con un sentido destacado.
Las ocas eran portadoras del conocimiento divino y de los mensajes del otro mundo, vinculaban el mundo terrenal con los infiernos.