El vuelo con Ryanair de las 7:20 despegó de Sevilla con un retraso de unos 15 min. Tenía previsto su aterrizaje a las 9:10; sólo había recuperado algo del retraso; el autobús de National Expres salía a las 10; pasamos el control de pasaportes rápido, había poca gente y las máquinas de
reconocimiento facial funcionaron muy bien; tengo que poner el pasaporte en posición correcta. Recogimos la maleta sobre las 9:50; me adelanté a sacar los billetes: un brasileño que hablaba algo de español, me atendió; llegó, incluso a acompañarnos a la dársena, una hora después, estábamos en Colchester: el siguiente autobús era a las 14: 25.Resalto el trato recibido por el trabajador de National Expres: oyó mi inglés, vio mi edad y me socorrió: hay que tener fe en la humanidad.
En un supermecado ASDA, con ayuda del traductor de Google, pregunté dónde estaba ese producto a un reponedor; viendo mi ignorancia en inglés, me acompañó hasta el lineal.
Aquí, en Colchester, los nativos son muy amables.
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