Arrancamos junio: el final de curso escolar, expedientes boletines... Me acuerdo de septiembre cuando me parecía imposible llegar hasta aquí. ¡Ya está! Ahora es el momento de hacer un pequeño balance de lo vivido, pequeño porque cada una de nuestras vivencias no son nada tomadas individualmente
Llego al final de un curso escolar... Lo que me queda es haber pasado un año en una ciudad apacible y que, poco a poco, voy conociendo: AMBERES.
Aunque la barrera idiomática sigue alzándose entre nosotros, la ciudad y yo; voy impregnándome de una historia nada fácil, muchas veces "limes", frontera entre mundos enfrentados; arrasada en ocasiones y que sus habitantes han vuelto a levantar. Además, algunos de los ecos de nuestra historia todavía se escuchan al doblar alguna esquina. Una ciudad que merece ser recorrida lentamente; eso me han hecho observar los amigos que me han visitado: aquí la gente no está alterada, no van corriendo, son apacibles, no parecen tener prisa...
Llego al final de un curso escolar... Lo que me queda es haber pasado un año en una ciudad apacible y que, poco a poco, voy conociendo: AMBERES.
Aunque la barrera idiomática sigue alzándose entre nosotros, la ciudad y yo; voy impregnándome de una historia nada fácil, muchas veces "limes", frontera entre mundos enfrentados; arrasada en ocasiones y que sus habitantes han vuelto a levantar. Además, algunos de los ecos de nuestra historia todavía se escuchan al doblar alguna esquina. Una ciudad que merece ser recorrida lentamente; eso me han hecho observar los amigos que me han visitado: aquí la gente no está alterada, no van corriendo, son apacibles, no parecen tener prisa...