En Córdoba, los muros, algunas veces, emiten mensajes...
martes, 7 de marzo de 2017
domingo, 5 de marzo de 2017
sábado, 25 de febrero de 2017
jueves, 23 de febrero de 2017
martes, 21 de febrero de 2017
Muerte de Cervantes.
El día 23 de abril de 1616, en la calle de León, en Madrid, acogido a la beneficencia de un clérigo, rodeado de gente pobre y de mujeres de mala reputación que cuidaron de él hasta el último momento, olvidado de la corte y de todos, un genio esclarecido, moría cristianamente.
Vestido con el hábito de la venerable orden tercera de San Francisco, en su última agonía, sobre el umbral de la puerta, rodeado por un haz de luz, vio la figura de un caballero que le miraba intrépido. Se diría de sus ojos que brillaban encendidos con el fulgor de la locura, pero en realidad lo que expresaban aquellos ojos era el brillo de la inmortalidad.
El moribundo grito en voz alta: “¿y éste qué?” y él mismo, de manera calmada, a sí mismo, dulcemente se respondía: “¿y a ti qué? si yo quiero que él se quede y tu vengas, ¿a ti qué?. Tú sígueme”.
Sus hermanos de profesión y otros que en aquel trance le cuidaban pensaron que deliraba, pero aquella sólo era su particular manera de rezar. Caballero andante de la palabra, recitaba el final del Evangelio de San Juan.
Kahaba de peregrinos, templo de ídolos o claustro de monjes cristianos, pliegos del Corán o tablas de la Ley, su corazón era ya pradera de gacelas. Cabalgaba sin llevar otro trote que aquel que su caballo quería, sin otra cabalgadura que la del amor: su única fe, su credo: LA PALABRA, su única ley.
Dicen que murió con el hábito de la fraternidad de los indignos esclavos del sagrado sacramento… de LA PALABRA, y verdad es que la sirvió, como el caballero a su dama. Dicen que se llamaba Miguel de Cervantes Saavedra
Vestido con el hábito de la venerable orden tercera de San Francisco, en su última agonía, sobre el umbral de la puerta, rodeado por un haz de luz, vio la figura de un caballero que le miraba intrépido. Se diría de sus ojos que brillaban encendidos con el fulgor de la locura, pero en realidad lo que expresaban aquellos ojos era el brillo de la inmortalidad.
El moribundo grito en voz alta: “¿y éste qué?” y él mismo, de manera calmada, a sí mismo, dulcemente se respondía: “¿y a ti qué? si yo quiero que él se quede y tu vengas, ¿a ti qué?. Tú sígueme”.
Sus hermanos de profesión y otros que en aquel trance le cuidaban pensaron que deliraba, pero aquella sólo era su particular manera de rezar. Caballero andante de la palabra, recitaba el final del Evangelio de San Juan.
Kahaba de peregrinos, templo de ídolos o claustro de monjes cristianos, pliegos del Corán o tablas de la Ley, su corazón era ya pradera de gacelas. Cabalgaba sin llevar otro trote que aquel que su caballo quería, sin otra cabalgadura que la del amor: su única fe, su credo: LA PALABRA, su única ley.
Dicen que murió con el hábito de la fraternidad de los indignos esclavos del sagrado sacramento… de LA PALABRA, y verdad es que la sirvió, como el caballero a su dama. Dicen que se llamaba Miguel de Cervantes Saavedra
Etiquetas:
LITERATURA.
miércoles, 15 de febrero de 2017
sábado, 11 de febrero de 2017
domingo, 5 de febrero de 2017
sábado, 4 de febrero de 2017
miércoles, 1 de febrero de 2017
EN BICI POR LA CIUDAD Circulación cívica y segura
Mi bici marca BH supra 600 cuadro Hi Ten aero oversize. Horquilla y suspensión Titan. Mandos y cambios shimano. Frenos V break aluminio. Cubiertas nuevas. Bujes aluminio cierre rápido.Añadir leyenda |
* Por Holanda en bici
* Bicicletas en Antwerpen (Amberes)
* La bicicleta reina en Amberes
* Amberes
La economía de la bicicleta.
Etiquetas:
SENDERISMO
Suscribirse a:
Entradas (Atom)