Coge su nombre de la graciosa gata de marmol em grandeza natural, encontrada en el cercano "Templo de Isìde", sucesivamente tabicada en la primera cornisa de palazzo Grazioli. La tradición quiere que la pequeña estatua, hubiera sido puesta aquí en recuerdo de una gata que, habiendo visto un niño en peligro en cima de la cornisa, maullando haya llamado la atención de la madre que consiguió salvarlo, antes que cayera en el vacío.
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