Hoy, en "El País":
Rebelión contra los deberes para casa
Los padres franceses se declaran en huelga de tareas escolares contra la degradación de la escuela pública. Los expertos creen que sirven en pequeñas dosis.
Miguel Mora / J. A. Aunión 3 ABR 2012
Los deberes están prohibidos en la escuela primaria francesa (de 6 a 11 años, igual que en España) desde 1956, cuando el Ministerio de Educación aprobó una circular en ese sentido. Pero los profesores siguen imponiendo a los alumnos más pequeños que realicen tareas en casa. Desde el 26 de marzo, decenas de miles de padres y colegiales franceses han dicho basta. La Federación de Consejos de Padres de Alumnos de Francia (FCPE) ha convocado una huelga de deberes de dos semanas para protestar contra los “trabajos forzosos” fuera del horario lectivo. Los deberes, argumentan, no sirven para nada, son antipedagógicos, causan tensiones en la familia obligando a los padres a ejercer de profesores, alargan innecesariamente la jornada de seis horas diarias, impiden a los niños dedicar el tiempo a la lectura, y aumentan las desigualdades entre los alumnos que pueden beneficiarse de la ayuda de su familia y los que no.
La asociación mayoritaria de padres y madres de alumnos en España, Ceapa, comparte muchas de esas ideas y por eso lanzó un comunicado de apoyo en el que dicen que se están planteando hacer algo similar.
Hay un gran abanico de tareas que los profesores mandan a los estudiantes para que hagan en casa, fuera del horario lectivo -trabajos, ensayos, lectura de libros, ejercicios de matemáticas o análisis morfológicos de palabras-, y parece difícil de discutir que para adquirir cualquier habilidad sea de alguna manera beneficiosa su práctica. Pero el debate sobre si los deberes tienen más efectos positivos o negativos, sobre todo si son tantos que sobrecargan la vida del alumno, recorre desde hace años muchos sistemas educativos de todo el mundo, de Estados Unidos a España. El año pasado, el Consejo Escolar de Navarra se pronunció sobre ello a petición del Defensor del Pueblo.
Rebelión contra los deberes para casa
Los padres franceses se declaran en huelga de tareas escolares contra la degradación de la escuela pública. Los expertos creen que sirven en pequeñas dosis.
Miguel Mora / J. A. Aunión 3 ABR 2012
Los deberes están prohibidos en la escuela primaria francesa (de 6 a 11 años, igual que en España) desde 1956, cuando el Ministerio de Educación aprobó una circular en ese sentido. Pero los profesores siguen imponiendo a los alumnos más pequeños que realicen tareas en casa. Desde el 26 de marzo, decenas de miles de padres y colegiales franceses han dicho basta. La Federación de Consejos de Padres de Alumnos de Francia (FCPE) ha convocado una huelga de deberes de dos semanas para protestar contra los “trabajos forzosos” fuera del horario lectivo. Los deberes, argumentan, no sirven para nada, son antipedagógicos, causan tensiones en la familia obligando a los padres a ejercer de profesores, alargan innecesariamente la jornada de seis horas diarias, impiden a los niños dedicar el tiempo a la lectura, y aumentan las desigualdades entre los alumnos que pueden beneficiarse de la ayuda de su familia y los que no.
La asociación mayoritaria de padres y madres de alumnos en España, Ceapa, comparte muchas de esas ideas y por eso lanzó un comunicado de apoyo en el que dicen que se están planteando hacer algo similar.
Hay un gran abanico de tareas que los profesores mandan a los estudiantes para que hagan en casa, fuera del horario lectivo -trabajos, ensayos, lectura de libros, ejercicios de matemáticas o análisis morfológicos de palabras-, y parece difícil de discutir que para adquirir cualquier habilidad sea de alguna manera beneficiosa su práctica. Pero el debate sobre si los deberes tienen más efectos positivos o negativos, sobre todo si son tantos que sobrecargan la vida del alumno, recorre desde hace años muchos sistemas educativos de todo el mundo, de Estados Unidos a España. El año pasado, el Consejo Escolar de Navarra se pronunció sobre ello a petición del Defensor del Pueblo.