sábado, 30 de octubre de 2010

Miguel Hernández nació hace 100 años


Miguel Hernández nació un 30 de octubre de 1910 en Orihuela. Sólo 32 años después, en 1942, murió en el reformatorio de adultos de Alicante.
Estaba enfermo de tuberculosis. Su cuerpo en aquellos días era ya el de un cadáver consumido. Su voz, tras arengar a las tropas republicanas durante la Guerra Civil y cantar poemas como Viento del pueblo, era un suspiro. Y, cuando finalmente se apagó, el régimen franquista se encargó de que no volviera a oírse durante cuarenta años.
En 1972, Juan Manuel Serrat lanzó un disco por poemas de Miguel Hernández; allí empezó la recuperación de la obra del poeta; circulaban ya sus libros pero de forma clandestina, eran los libros de la editorial Losada de Buenos Aires, editados es rústica, blancos y con dibujo alusivo; muchos de ellos venían con los pliegos sin cortar; con sumo cuidado, íbamos separando las páginas; gracias a esta editoral Lorca, Neruda, Miguel Hernandez, León Felipe..., los escritores de la España del Exilio fueron llenando aquellos huecos.
En la Transición, sus poemas recuperados se convirtieron en la materialización de la democracia que parecía estábamos recuperando.

viernes, 29 de octubre de 2010

Marcelino Camacho


Hoy, 29 de octubre de 2010, Marcelino Camacho ha muerto.
Su vida fue una lucha por unos ideales de justicia y de defensa de los trabajadores y de los más humildes, una vida en busca de la dignificación de los trabajadores.
Fundador de las Comisiones Obreras, el llamado Proceso 1.001 le convirtió en símbolo de la lucha por las libertades y en leyenda para todos en lo últimos años de la dictadura franquista y los convulsos tiempos de la transición.
En los libros de Educación para la Ciudadanía, en los de Historia de España, en los que recogen ejemplos de vidas éticas, Marcelino Camacho debe tener un lugar preeminente.
Marcelino Camacho siempre defendió los mismos valores: ¡escúchalo!

lunes, 18 de octubre de 2010

¡30 años después!

El 2 de octubre de 2010 se volvió a reunir casi todo el grupo de alumnos del Liceo Europa nacidos en 1965, un reencuentro propiciado por el grupo que en el Facebook (Cara Libro, según Olga) se le ocurrió abrir a uno de ellos: Antonio.


Mi trabajo me impidió asistir, me hubiera gustado estar con ellos y observar como habían evolucionado y qué quedaba de aquellos adolescentes que yo dejé en 1979.
Para mí, este reencuentro ha sido muy gratificante; he visto como han idealizado aquellos momentos pasados juntos en las aulas de aquel colegio que estaba entonces naciendo.

El momento sociopolítico vivido entre 1974 hasta 1979, permitió un tipo de relación casi entre iguales: nosotros, los maestros, teníamos 20 años y toda la ilusión y ganas de trabajar intactas. Hicimos periódicos con aquellas multicopistas que te llenaban de tinta al menor descuido; fundamos un club deportivo: tuvimos equipos de hockey patines, de hockey hierba, de balonmano femenino, ahora veo que nos organizábamos para acudir a nuestros compromisos: los padres ponían los coches; si había que coger al autobús o andar, se andaba; nos organizábamos entre todos: padres, alumnos, maestros. Ahora, con el paso del tiempo, me he dado cuenta de las cosas que hicimos juntos; coincidió que el grupo de maestros éramos jóvenes idealistas y generosos: nos pasábamos el día en el colegio y, durante el verano, participábamos en las Escuelas de Verano, íbamos al ICE y nos encerrábamos a hacer aquellas fichas de trabajo, nos creíamos capaces de educar, teníamos claros los valores: justicia, democracia y participación: aún recuerdo las "asambleas de clases" en plena transición, como manifestaban su ideas; aunque la deriva actual haya sido importante.

Sé poco de su vida actual, de algunos conozco su dedicación profesional; me gustaría conocer qué hacen, pero la prudencia me impide preguntar; pero me da la impresión de que han encontrado un sitio donde desarrollarse.

Les tengo que agradecer el afecto que me guardan y la influencia que ejercieron en mí: me hicieron descubrir que ser maestro/Maestro era una especie de intercambio entre alumnos y maestros.



lunes, 4 de octubre de 2010

ÁNGEL SANZ BRIZ


Hace algún tiempo, leí un libro, creo que de Carlos Carnicero, sobre un diplomático español que había salvado a muchos judíos de una muerte segura; en El País de ayer, 3 de octubre de 2010, aparece este artículo sobre él: un hombre bueno, en el buen sentido de la palabra.

Ángel Sanz Briz, primeros años

En septiembre se han cumplido 100 años del nacimiento en Zaragoza del diplomático Ángel Sanz Briz, quien, tras una brillante carrera, murió en Roma en 1980, siendo embajadoAñadir imagenr ante la Santa Sede. Su familia, originaria de Peraltilla, municipio pequeño en la provincia de Huesca, se instaló a finales del siglo XIX en la capital aragonesa, donde desarrolló una intensa y fructífera actividad comercial y turística.
Cuando trabajó en Budapest salvó a unos cinco mil judíos de los nazis Lo hizo por su cuenta; el Gobierno franquista se apuntó el tanto años después

Monumento a Ángel Sanz Briz. Arte Público. Ayuntamiento de Zaragoza