Tal día como hoy en 1942, el poeta murió enfermo en una cárcel de Alicante condenado por el franquismo
ALEJANDRO TORRÚS
MADRID
28/03/2012 16:47
Actualizado: 28/03/2012 19:08
El poeta (agachado), con otros milicianos en 1937./JESÚS MIGUEL MARCOS
Tal día como hoy hace 70 años murió
Miguel Hernández en la enfermería de una cárcel de Alicante. Preso y
condenado por el franquismo por su declarada simpatía hacia la
República, el poeta del pueblo, como era conocido, no superó una
bronquitis mezclada con tifus y tuberculosis.
A día de hoy, 70 años después de su muerte, la obra del poeta está encerrada en la
caja fuerte de un banco español después de que el Ayuntamiento de Elche, gobernado por el Partido Popular, decidiera romper de
manera unilateral el convenio que unía el legado
del poeta a la ciudad. El consistorio ilicitano alegó que era demasiado
caro para mantener el convenio. Por su parte, los herederos reclamaron
que fue una decisión política y no económica y denunciaron al
consistorio ante la Justicia. “A Miguel Hernández, la derecha lo mató
una vez y, ahora, lo ha vuelto a matar", señala Lucía Izquierdo, nuera
del poeta.
“Es el aniversario más
triste que me podía imaginar. No concibo que 70 años después de la
muerte, su obra no esté al alcance de todos. En días como hoy, pienso en
todo el sacrificio de su nuera y del resto de la familia para que la
obra de Miguel esté al alcance de todos. Con la llegada del Partido
Popular al Ayuntamiento hemos retrocedido 40 años”, apunta Izquierdo.
El
poeta pastor, como es conocido en su Orihuela natal por su profesión,
murió a los 31 años de edad. Tiempo suficiente para convertirse en uno
de los poetas más grandes de la literatura hispana del siglo XX y para
componer uno de los poemas más famosos de nuestros tiempos:
Nanas de la cebolla.
Esta pieza surgió cuando estando encarcelado por el régimen franquista
recibió una carta de su esposa Josefina Manresa donde le decía que tan
sólo tenía
pan y cebolla para alimentar a su hijo.
Pablo Neruda, premio Nobel de literatura en 1971 y amigo del poeta, escribió tras su muerte: “
Recordar a Miguel Hernández que desapareció en la oscuridad y recordarlo a plena luz, es un deber de España, un deber de amor”.
Sin embargo, el recuerdo a su vida, su obra y su muerte sigue
generando fantasmas aun 37 años después de la caída del régimen
franquista. "Miguel Hernández es inmortal y la derecha ya no lo puede
callar", sentencia Izquierdo.