Tenía la impresión de que Bélgica era un país que funcionaba bien, que estaba resistiendo aceptablemente la difícil situación socioeconómica que atraviesa nuestro mundo; pero esta impresión se me ha venido abajo. Todo empieza por una petición sobre la segregación de Bruselas-Halle-Vilvoorde (oficialmente Bruxelles-Hal-Vilvorde en francés y Brussel-Halle-Vilvoorde en neerlandés), a menudo abreviado BHV, es una circunscripción electoral de Bélgica formada por los diecinueve municipios de la región de Bruselas-Capital y por treinta y cinco municipios flamencos situados alrededor de la capital belga. Esta circunscripción constituye un caso único en el sistema electoral belga, puesto que es la única situada a caballo entre dos regiones.
El territorio de esta circunscripción electoral, que es al mismo tiempo un distrito judicial, se extiende pues por dos áreas lingüísticas bien diferenciadas. Así, mientras que los diecinueve municipios de la región de Bruselas-Capital son bilingües (tanto el francés como el neerlandés son oficiales), los treinta y cinco municipios restantes se encuentran en una región, la de Flandes, donde la única lengua oficial es el neerlandés. Ahora bien, de estos municipios flamencos, seis tienen un estatuto sui generis y presentan ciertas facilidades para sus habitantes francófonos; son lo que se conoce en francés como communes à facilités.[1] En estas seis localidades, situadas en el límite entre las regiones de Flandes y Bruselas-Capital, el régimen de monolingüsimo imperante en el resto de la región flamenca se ve atenuado.
El territorio de esta circunscripción electoral, que es al mismo tiempo un distrito judicial, se extiende pues por dos áreas lingüísticas bien diferenciadas. Así, mientras que los diecinueve municipios de la región de Bruselas-Capital son bilingües (tanto el francés como el neerlandés son oficiales), los treinta y cinco municipios restantes se encuentran en una región, la de Flandes, donde la única lengua oficial es el neerlandés. Ahora bien, de estos municipios flamencos, seis tienen un estatuto sui generis y presentan ciertas facilidades para sus habitantes francófonos; son lo que se conoce en francés como communes à facilités.[1] En estas seis localidades, situadas en el límite entre las regiones de Flandes y Bruselas-Capital, el régimen de monolingüsimo imperante en el resto de la región flamenca se ve atenuado.
La existencia de esta circunscripción ha sido objeto de críticas por parte de los partidos flamencos, que consideran que atenta contra el unilingüismo de la región de Flandes, a la vez que constituye una discriminación al beneficiar a los partidos francófonos, que pueden adicionar los votos obtenidos en el distrito de Halle-Vilvoorde a los recogidos en Bruselas, mientras que los partidos neerlandófonos no pueden hacer lo mismo con los votos que pudieran obtener en la provincia del Brabante Valón. Una de las principales opciones que estos partidos, así como las instituciones flamencas, defienden es la escisión en dos de esta circunscripción electoral.
En estea artículo http://es.wikipedia.org/wiki/Bruselas-Halle-Vilvoorde, se explica el origen del problema que ha vuelto a hacer aparecer la querella lingüística en Bélgica; disputa que enmascara, en mi opinión, dos diferentes concepciones de país. Deseo que se arreglen, Bélgica me gusta tal y como está.