Llamó mi atención, un viernes de noviembre, un granado
que crece,
lastimoso y dejado, entre los
sillares del Templo romano de Córdoba.
A su vera, y hasta encaramados, vi varios gatos que, por
los botecitos, papeles y otros restos, comprendí que alguien les provee de
sustento.
El gato, los gatos …, un animal tan literario, dios en Egipto…
Los gatos ya estaban en el 2007; nos sorprendieron cuando visité el monumento con mis alumnos.
Los gatos ya estaban en el 2007; nos sorprendieron cuando visité el monumento con mis alumnos.
*Paran la restauración del Templo Romano a la espera del desalojo de los gatos
El templo será visitable, empiezan las obras. Las obras no llegaron a término-
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