EL CONTRABANDO EN CHIPIONA,
por Juan Luis Naval Molero , CRONISTA OFICIAL DE LA VILLA DE CHIPIONA
A principios del siglo XVII el contrabando en la desembocadura del Guadalquivir era una práctica habitual. En el camino de vuelta a Sevilla de los galeones que venían cargados de plata del Rey, eran abordados por los contrabandistas extrayéndoles la plata que luego a su vez vendían a barcos extranjeros. Estas labores de extracción y venta se hacían de noche para una mayor discreción, aunque había veces que se llegaban a hacer a plena luz del día.
Si la carga era tan pesada que hacía peligrosa la travesía o simplemente no se encontraba comprador, había dispuestos una serie de almacenes a lo largo del estuario del río y en la bahía de Cádiz donde se apilaban los productos del contrabando. Estos escondites provisionales se localizaban en las playas de Regla y la Grajuela (Chipiona), en Río Nuevo, en el Puente Suazo al fondo de la bahía, enfrente de San Juan y en una denominada Torre de Modogon.
Cuando se estimaba que estos lugares no eran bastante seguros, en particular para el metal, la carga se transportaba hasta Chipiona o hasta la misma Sevilla, depositándose en Triana en casa de Leonardo de Sotomayor que hace xarcia para el rey.
Los galeones que por motivo de su mucho calado, no podían pasar la barra de Sanlúcar, necesitaban hacer antes alijos de su carga, para lo cual se detenían en los <> con grave riesgo, no sólo por el desabrigo del viento y del mar, sino también por las acometidas de los enemigos.
Sobre esta práctica nos cuenta el Padre agustino Fray Diego Carmona Bohórquez, chipionero e historiador local: <<..aún ahora al tiempo que escribo, que es el año de 1635, en este mes de Junio han entrado flota y galeones que vinieron juntos de las Indias de Occidente quince millones (de ducados) registrados, que llegaron a más de veinte con la plata que viene por registrar, sin las grandes mercadurías que traen de azúcar, añil, corambre y sedas de China, y de infinitas drogas, y sin la inmensidad de plata labrada de servicio y de cadenas de oro, cintillas, cabrestillos, perlas y piedras preciosas. Y aún con ser así que acuestas playas y arenales de Regla son fieles testigos de lo mucho que por allí a escondidas de noche se embarca después para otros reinos por mercaderes extranjeros,..>>.
En este otro relato de Manuel Barbadillo en su libro “Olvidos Históricos” nos habla también sobre el pirateo de la zona. Su fecha 5 julio de 1810:
<>. <>.
Podemos ver aquí, que en todos tiempos nuestra costa, como frontera natural que es, ha sido escenario de un incesante tráfico, en la antigüedad con los ejemplos anteriormente reseñados y posteriormente y más reciente el tráfico de tabaco y estupefacientes que todos desgraciadamente podemos apreciar. Como decía Salomón: <>.
Juan Luis Naval Molero.
Cronista Oficial de la Villa de Chipiona
http://chipionacronista.blogspot.com.esk
La novela "Los galeones del rey" de José Calvo Poyato; relata este tipo de hechos.
por Juan Luis Naval Molero , CRONISTA OFICIAL DE LA VILLA DE CHIPIONA
A principios del siglo XVII el contrabando en la desembocadura del Guadalquivir era una práctica habitual. En el camino de vuelta a Sevilla de los galeones que venían cargados de plata del Rey, eran abordados por los contrabandistas extrayéndoles la plata que luego a su vez vendían a barcos extranjeros. Estas labores de extracción y venta se hacían de noche para una mayor discreción, aunque había veces que se llegaban a hacer a plena luz del día.
Si la carga era tan pesada que hacía peligrosa la travesía o simplemente no se encontraba comprador, había dispuestos una serie de almacenes a lo largo del estuario del río y en la bahía de Cádiz donde se apilaban los productos del contrabando. Estos escondites provisionales se localizaban en las playas de Regla y la Grajuela (Chipiona), en Río Nuevo, en el Puente Suazo al fondo de la bahía, enfrente de San Juan y en una denominada Torre de Modogon.
Cuando se estimaba que estos lugares no eran bastante seguros, en particular para el metal, la carga se transportaba hasta Chipiona o hasta la misma Sevilla, depositándose en Triana en casa de Leonardo de Sotomayor que hace xarcia para el rey.
Los galeones que por motivo de su mucho calado, no podían pasar la barra de Sanlúcar, necesitaban hacer antes alijos de su carga, para lo cual se detenían en los <
Sobre esta práctica nos cuenta el Padre agustino Fray Diego Carmona Bohórquez, chipionero e historiador local: <<..aún ahora al tiempo que escribo, que es el año de 1635, en este mes de Junio han entrado flota y galeones que vinieron juntos de las Indias de Occidente quince millones (de ducados) registrados, que llegaron a más de veinte con la plata que viene por registrar, sin las grandes mercadurías que traen de azúcar, añil, corambre y sedas de China, y de infinitas drogas, y sin la inmensidad de plata labrada de servicio y de cadenas de oro, cintillas, cabrestillos, perlas y piedras preciosas. Y aún con ser así que acuestas playas y arenales de Regla son fieles testigos de lo mucho que por allí a escondidas de noche se embarca después para otros reinos por mercaderes extranjeros,..>>.
En este otro relato de Manuel Barbadillo en su libro “Olvidos Históricos” nos habla también sobre el pirateo de la zona. Su fecha 5 julio de 1810:
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Podemos ver aquí, que en todos tiempos nuestra costa, como frontera natural que es, ha sido escenario de un incesante tráfico, en la antigüedad con los ejemplos anteriormente reseñados y posteriormente y más reciente el tráfico de tabaco y estupefacientes que todos desgraciadamente podemos apreciar. Como decía Salomón: <
Juan Luis Naval Molero.
Cronista Oficial de la Villa de Chipiona
http://chipionacronista.blogspot.com.esk
La novela "Los galeones del rey" de José Calvo Poyato; relata este tipo de hechos.
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