28 años han pasado desde el fallido golpe de Estado del 23 de febrero de 1981 en España, también conocido como 23-F, fue un intento de
golpe de estado perpetrado por algunos mandos militares, siendo la parte más representativa el asalto al
Congreso de los Diputados por un numeroso grupo de guardias civiles a cuyo mando se encontraba el teniente coronel de la
Guardia Civil Antonio Tejero, durante la votación del candidato a la
Presidencia del Gobierno,
Leopoldo Calvo-Sotelo, de la
UCD.
Todavía, suenan y producen terror los dos frases que se pronunciaron en el Congreso"¡Quieto todo el mundo!" y "Se sienten, coño" y, me pregunto que, si hubieran triunfado, dónde nos hubieran llevado aquellos que presentaban tan reducidos principios.
Espero que en las escuela e institutos de España, hoy, algún profesor explique a sus alumnos lo que pasó aquel día.
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